martes, 8 de mayo de 2012

Análisis de Batman Arkham City

El caballero oscuro


Arkham City comienza donde acabó Asylum, viendo como una parte de la ciudad de Gotham se convierte en una gran cárcel que recibe el nombre que lógicamente podemos leer en el subtítulo del juego, y como el peligroso Hugo Strange se hace con el control de las instalaciones. No será el único enemigo del universo Batman al que tendremos que derrotar, puesto que decenas de personajes entre amigos y enemigos irán apareciendo durante nuestra aventura. El guión es arrollador, fiel hasta decir basta al personaje y engancha para las 10-12 horas que dura la trama principal. Obviamente los jugadores que no hayan terminado la primera parte ni sean aficionados a dicho universo se perderán detalles. A la hora de jugar, Batman Arkham City tiene esa filosofía de sandbox que necesitaba profundizar la primera entrega, y nos coloca en Arkham que está abierta casi completamente desde el principio, y recorrerla es sencillo.



Del mismo modo se pueden afrontar los combates, parten de una premisa fácil como es usar un botón para atacar, otro para contraatacar, y diferentes combinaciones de dos botones para hacer sencillos combos. Este sistema esconde sus fallos graves como la condición de machacabotones que acaba llegando a ser, pero pese a todo es bastante entretenido y se lo perdonarás. Los gadgets y movimientos acrobáticos del caballero oscuro son la base de las secciones de plataformas y puzzles, relativamente abundantes. Las secciones enrevesadas del videojuego no son en absoluto ilógicas y resolverlas es entretenido, así como las partes de sigilo. El prisma jugable de Arkham City se basa en,  exploración, combate e investigación. 



Esas son las principales facetas jugables de un videojuego que si bien no se basa en ninguna de ellas para su construcción, sí mezcla todas ellas con sorprendente maestría y consigue que mecánicas no especialmente pulidas en sí mismas (no es acción pura, tampoco es un Zelda ni un L.A. Noire, por poner ejemplos de juegos aventureros y de investigación) juntas logren una experiencia exhaustiva, intensa, y sobre todo, rematadamente divertida. Es cierto que el videojuego peca de ser algo corto (entre 8 y 10 horas para la historia principal) y fácil (el escaso reto proporcionado por los jefes finales es sinceramente preocupante) Pero el videojuego contiene tal cantidad de contenidos que perdonarás estos defectos. La calidad de la obra es admirable desde añadidos como los modelos de personajes a los más de 10 "macrojuegos" un término más apropiado para las tareas secundarias. Algunas son prácticamente aventuras en sí, y su suma supera ampliamente en duración a la trama principal. 



El apartado técnico es enorme, de un poderío gráfico pero sobre todo sonoro espectacular. La calidad de la banda sonora (algo repetitiva pero perfectamente utilizada y casada con el juego) es arrolladora pero solo comparable a una calidad gráfica que sí sorprende con unos escenarios no sólo distinguibles y carismáticos sino recreados y utilizados a la perfección. La principal virtud de Arkham City es, valga la "redundancia" tras todo el análisis, la diversión que proporciona. 


->TOTAL<- Batman Arkham City es no sólo una excelente continuación del gran camino abierto por el notable Arkham Asylum, sino es una demostración de que los videojuegos de licencia pueden alcanzar una calidad admirable. La aventura del Caballero Oscuro no es sólo entretenida, emocionante, es un gran, gran juego.

Pendiente de nota

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